Riesgos de contratar minipréstamos rápidos para los autónomos
Algunos prestamistas y sitios web ofrecen préstamos rápidos para microfinanzas que son fáciles de obtener para personas que trabajan por cuenta propia, pero que también conllevan riesgos.
Los expertos que se especializan en este tipo de préstamos explican en qué consisten.
A lo largo de los años, han sido muchas las empresas dedicadas a los microcréditos a través de Internet. Ofertas que parecen muy atractivas a primera vista, en ocasiones solo son buscadas por quienes están excluidos del sistema financiero tradicional o cuyos bajos ingresos no les permiten obtener otro tipo de préstamos, incluidos los autónomos o empresas pequeñas que arrastran deudas.
En contrapartida a las instituciones financieras tradicionales, que también ofrecen pequeños préstamos en un corto período de tiempo, estas empresas, a menudo a través de Internet, ofrecen préstamos con poco estudio de viabilidad, análisis de riesgo del solicitante o historial crediticio.
Son entidades que generalmente no requieren documentación ni informes. Algunos ni siquiera consultan a CIRBE (la central de riesgos de los bancos españoles, donde acuden casi todas las entidades financieras establecidas antes de tomar cualquier decisión de financiación para sus clientes).
Además, las condiciones que suelen ofrecer los bancos tradicionales para el crédito suelen ser mucho mejores que las de estas empresas porque suelen conocer al cliente que realiza la solicitud. Lo más normal es que incluso facilite a los autónomos un crédito pre-concedido casi instantáneo que coincida con su nivel de ingresos habitual o su historial crediticio con el banco.
Sin embargo, la posibilidad de conseguir un préstamo sin el análisis previo que ofrecen estas páginas web y sin requerir garantía atrae a muchos pequeños empresarios y autónomos que se ven obligados a conseguir los minipréstamos que necesitan, objetivo que en ocasiones no pueden conseguir de otra manera.
A menudo, estos préstamos flash (la mayoría de los cuales no ofrecen más de 2.000 o 3.000 euros) vienen con mucha letra pequeña, a menudo con condiciones casi usureras, advierten los expertos. De hecho, en algunos casos, el interés total pagado por estos créditos, a menudo oculto, supera con creces el capital prestado. Y eso sin contar las altas comisiones por retrasos.
Este tipo de mini-préstamo online ha florecido a lo largo de los años, a menudo en la forma de financiar un viaje de vacaciones, darse un capricho u obtener algún bien. Mientras que algunas personas tienen que utilizarlos para salir de una situación económica grave, y para los autónomos muchas veces para reparar una furgoneta, pagar algunas facturas, pagar trabajadores o comprar materiales necesarios para poder tomar pedidos de los clientes.
Si bien muchas personas se sienten aliviadas al usar estas opciones, algunas tienen términos y garantías aceptables, es importante no bajar la guardia cuando se trata de este tipo de préstamo. A continuación, los especialistas en este nuevo tipo de crédito advierten que contratar uno puede suponer riesgos para los autónomos.
Índice de contenidos:
¿Qué riesgos afrontan los autónomos al solicitar mini préstamos por Internet?
Si bien estos préstamos no garantizados y sin estudios de viabilidad pueden ser la única opción para las personas que trabajan por cuenta propia, es importante saber a qué peligros se enfrentan si no pagan sus préstamos a tiempo.
Por ello, es necesario profundizar en cuáles son las condiciones y si pueden afrontarlas en el momento en el que hay que devolver el dinero:
1. Altos intereses y cargos por pagos atrasados
El interés de estos préstamos a veces tiende a ser más alto que el interes medio del mercado. Tienes que comprobar si es mensual o anual, ya que el plazo de devolución suele ser muy corto. Las comisiones por pagos atrasados son otro problema al que nos enfrentamos. Como la cantidad de fondos prestados no se liquida durante algún tiempo, se acumulará un pequeño porcentaje que aumentará en unas pocas semanas y alcanzará cifras muy altas en unos pocos meses.
Esto a menudo lleva a otras consecuencias que hacen que el problema sea más grande.
2. Listas de morosos como ASNEF o RAI
No pagar un préstamo pequeño puede tener consecuencias nefastas para cualquier persona, pero especialmente para las personas que trabajan por cuenta propia, cuya marca suele ser su propio nombre. El primer paso a dar con un deudor es ponerlo en alguna lista de morosos, de la que solo podemos salir cuando nos enfrentamos a la deuda que debemos. Sabiendo esto, si cree que no podrá devolver el dinero, ni siquiera debería pedirlo.
Más aún cuando se trata de una empresa, ya que estar en una lista de morosos puede dañar la imagen del autónomo, costarle clientes y, por supuesto, cerrarle la puerta a decenas de proveedores con precios competitivos.
3. Última consecuencia, acabar ante el tribunal
Las empresas que otorgan estos préstamos pueden presentar reclamaciones contra los morosos y llevarlos a los tribunales. Aquí, el perfil de un abogado especialista en microfinanzas es crucial para sacar una buena nota en el juicio, y las consecuencias no pueden ser peores de lo que son ahora.
4. Vender tu deuda a otra empresa
Cuando los prestamistas se cansan de reclamar una deuda, pueden cederla a otras empresas para que sean ellas las que presionen a los deudores. No es nada agradable, ocurre más rápido de lo que mucha gente piensa, y puede hacer que los autónomos caigan en una espiral de caos, estrés y deudas de la que es difícil salir.